Hoy en día escuchamos hablar de «ecológico» en casi todo: coches, ropa, cosméticos…
¿Y los cepillos dentales? ¿Vale la pena cambiar el clásico de plástico por uno de bambú?
Hoy te lo voy a explicar de forma sencilla y honesta, como me habría gustado que me lo contaran a mí.
Porque aquí no solo hablamos de cepillos. Hablamos de un cambio de mentalidad que también, poco a poco, puede transformar nuestra forma de vivir y de consumir.
Así como en Rentilea apostamos por un modelo de equipamiento odontológico más flexible y sostenible, aquí te invito a pensar más allá del simple gesto de cepillarte los dientes.
¿Son mejores que los de plástico?
En términos de limpieza, no hay diferencia:
- El mango es de bambú biodegradable.
- Las cerdas siguen siendo de nylon, porque aún no existe un material biodegradable que ofrezca la misma resistencia para el cepillado.
Así que limpian igual. Pero claro, el impacto medioambiental es muy distinto.
Eso sí: el bambú es más delicado. Si dejas caer tu cepillo, puede astillarse, y eso puede ser peligroso para tu boca o tus manos.
¿Retienen bacterias?
¡Buena noticia!
El bambú es naturalmente antibacteriano.
Aun así, te recomiendo:
- Esterilizar el cepillo en agua oxigenada antes del primer uso.
- Repetir este proceso una vez por semana para evitar la aparición de hongos o bacterias.
¿Cuánto duran?
Exactamente lo mismo que un cepillo convencional: unos tres meses.
Recuerda: no importa de qué esté hecho el mango.
Cuando las cerdas se abren, es hora de cambiarlo.
¿Cuánto cuestan?
Depende de la marca y dónde lo compres, pero el rango suele estar entre 4 y 5 euros.
En internet tienes muchísimas opciones. Solo fíjate en que sea realmente un modelo ecológico y, si puedes, apoya marcas pequeñas que están tratando de hacer las cosas bien.
¿Son 100% biodegradables?
El mango de bambú sí lo es.
Las cerdas de nylon no.
Para desecharlo correctamente:
- Usa unas pinzas para retirar las cerdas.
- El mango puedes compostarlo o enterrarlo en una maceta.
- Las cerdas, al contenedor de residuos normales.
Pequeños cambios que suman muchísimo.
¿Qué hacer con los cepillos plásticos que ya tienes?
No los tires a la basura sin más.
¡Dales una segunda vida!
Algunas ideas:
- Para limpiar teclados de ordenador.
- Para quitar manchas pequeñas en ropa.
- Para limpiar joyas, zapatillas o accesorios de belleza.
Solo recuerda esterilizarlos antes de reutilizarlos.
¿Cuál es el futuro de los cepillos dentales ecológicos?
Hoy por hoy, la mayoría de las marcas que fabrican cepillos ecológicos son pequeñas empresas.
Si queremos que mejoren, crezcan y lleguen a más personas, necesitamos apoyarlas.
No son perfectos. Pero tampoco lo eran los primeros teléfonos móviles, ¿verdad?
El cambio real empieza en nosotros, en nuestras elecciones diarias, en las pequeñas decisiones.
Así como en Rentilea apostamos por alquiler responsable y sostenible de tecnología para clínicas dentales, en tu día a día, un pequeño gesto como cambiar tu cepillo también suma para cuidar el planeta.
¿Y tú? ¿Ya probaste los cepillos dentales ecológicos?
Cuéntanos tu experiencia en los comentarios. 🌎🦷
