En este momento estás viendo Síndrome del piramidal: cuando el dolor en el glúteo no es lo que parece (pero te impide hacer vida normal)

Síndrome del piramidal: cuando el dolor en el glúteo no es lo que parece (pero te impide hacer vida normal)

Un día te levantas con una molestia rara en la zona glútea. Al sentarte duele. Al caminar, más. A veces arde, a veces hormiguea… y parece que el ciático está protestando. Pero sorpresa: tu columna lumbar no es la culpable.

Bienvenido al síndrome del piramidal, también llamado piriforme. Una pseudociática que parece ciática, pero no lo es. Vamos a desgranarlo.

¿Qué es exactamente el síndrome del piramidal?

Es lo que ocurre cuando el músculo piramidal —ese pequeño, profundo y poderoso rotador de cadera— se acorta, se irrita o se espasma… y decide apretar al nervio ciático como si fuese una manguera doblada.

¿El resultado? Dolor irradiado desde el glúteo hasta la parte posterior del muslo. A veces baja más. A veces quema. Y otras, simplemente no te deja estar sentado sin retorcerte.

Causas habituales (y no tan habituales)

  • Sobreentrenamiento sin descanso ni estiramiento posterior
  • Dismetrías, escoliosis o disfunciones pélvicas
  • Cirugías abdominales que generaron adherencias
  • Alteraciones del suelo pélvico (sí, también puede influir)
  • Disfunciones sacroilíacas que alteran la biomecánica

Y a veces, simplemente, el cuerpo decide lanzar la alerta sin previo aviso.

¿Cómo saber si lo tienes?

La clave está en el recorrido del dolor: si no sobrepasa la rodilla, si se localiza más en el glúteo y no empieza en la columna, probablemente no es ciática clásica, sino su prima cercana.

Suma puntos si te duele más al estar sentado, cruzar las piernas o caminar un rato. Y si, al tumbarte boca arriba, una pierna parece más corta y rotada hacia afuera… blanco y en botella.

Y cómo lo tratamos?

Aquí es donde la fisioterapia se convierte en arte y ciencia.

✔️ Masaje y terapia manual

Descarga del músculo, presión sobre puntos gatillo y, si hace falta, punción seca o EPI (electrólisis percutánea intratisular) para desactivar nudos que ni sabías que tenías.

✔️ Estiramientos específicos

No vale estirar “lo que caiga”. Aquí se trabaja el piramidal y toda la banda glútea de forma precisa, activa, asistida o pasiva. Y sí, enseñar al paciente a repetirlos bien en casa es parte de la terapia.

✔️ Reequilibrio articular

Porque si hay una disfunción en sacro, pelvis o cadera, hay tensión. Y si hay tensión, hay recaída.

✔️ Reeducación postural y control motor

Para que el cuerpo entienda que moverse no es sinónimo de dolor.

¿Y qué aparatología puede ayudarte a acelerar la recuperación?

Aquí entra en juego la tecnología. Estas son algunas de las herramientas que complementan de maravilla el trabajo manual:

  • Diatermia (capacitiva y resistiva): relaja, oxigena y desinflama profundamente. Un básico si quieres resultados más rápidos.
  • Electroterapia analgésica: para modular el dolor sin fármacos.
  • Ondas de choque radiales: especialmente útiles si hay fibrosis o puntos gatillo rebeldes.
  • Vacuumterapia muscular: útil para estimular circulación sin dolor directo.

🌀 ¿Lo mejor? Toda esta aparatología la puedes incorporar en tu clínica sin necesidad de comprarla. Con Rentilea, puedes hacer renting de este equipamiento profesional y adaptarlo a lo que realmente necesitas, sin atarte.

¿Cuándo operar?

Solo si todo lo anterior ha fallado. En algunos casos se recurre a infiltraciones, y en casos más crónicos, a liberar quirúrgicamente el músculo. Pero eso, honestamente, es la excepción.

El síndrome del piramidal es traicionero, incómodo y muy limitante, pero también muy tratable si se aborda bien.

🧠 Combina terapia manual, estiramientos, tecnología… y un buen plan de prevención (movilidad, descanso, fortalecimiento estratégico). Y si quieres integrar la tecnología que usan los centros punteros, con Rentilea puedes hacerlo sin comprometer tu liquidez.

👉 Descubre cómo sumar aparatología sin comprarla en: rentilea.com